viernes, 21 de julio de 2017


UN SÍ A SEGUIR REMANDO


Yo te diría que "¡ánimo!, que "¡fuerza!" pero mi corazón no es suficiente.

Tu vida y tus circunstancias, tus ilusiones o tus desilusiones discurren en paralelo y solo puedes/pueden apreciar mis deseos de que esa gesta heróica por la vida no decaiga, porque sería como dar la razón a la inexistencia...

Tu barca no puede quedar sin gobierno, ni ir a la deriva… basta con remar aunque no creas que valga la pena.

Todo es lo que nos queda, sencillamente todo, para intentarlo.

¿Intentar el qué? -me dirás- Y yo te contesto: solo tú lo sabes.

Remar no es fácil, y es posible que nadie nos haya enseñado. Solo tenemos una barca, y quizás ni eso… Pero has de sacar fuerza para no dejar de vencerte por el desánimo, Hoy es un gran día, un sábado radiante y luminoso de verano. Tendrá todo el color que tú quieras ponerle.

22 de julio de 2017

Francisco Albert.


jueves, 20 de julio de 2017



  1. UN ESTADO DE DERECHO
            QUÉ BROMA....!



El fiscal pide reducir la fianza de la Infanta de 2,7 millones a 449.500 euros

Pedro Horrach se ha adherido a la solicitud de la defensa de Cristina de Borbón, que hace 11 días reclamó esta misma rebaja al juez José Castro.

Esta es la noticia que ofrece hoy El País

Esta noticia no necesita ni siquiera comentario. Sí, no es una broma, hoy no es el Dia de los Inocentes. Hoy es un día cualquiera, uno más de tantos días en los que la Justicia se queda sin venda en los ojos y sin túnica y sin vergüenza.

El Fiscal D. Pedro Horrach es, por si no lo sabéis, el Fiscal Anticorrupción de Baleares. Yo quiero ser corrupto y encima irme a Baleares, me lo pido.  

Y no digo convertirme en Infanta porque eso sé que es imposible, por tantas razones que no cabrían en esta página, pero la primera es que no me sentiría feliz teniendo la sangre del color de la tinta de mi estilográfica.

Pero vale la pena, ya digo, tener al Sr. Horrach como fiscal. ¿Para qué quiere abogados defensores la Señora Infanta? Se ha gastado una pasta sin necesidad el papá emérito de la Ilustre…. Perdón, me he equivocado, quería decir el papá rey emérito de su hija…bueno… me hago un lío, no sé si es por la indignación o por la emoción de hablar del antiguo Rey que, os confieso, me pone.

Para todos aquellos que defendemos penalmente a gente humilde, y que luchamos porque exista y se aplique el principio de la igualdad de los españoles ante la Ley, para todos los que -quizás ingenuamente- queremos seguir creyendo en la justicia, esta noticia es una bofetada en lo más profundo de nuestro ser, que es el respeto por la Ley.

Hacer un mercadillo con la Ley, negociar con dinero la libertad, supone un desdén para los pobres, para los que no pueden pagar los altos precios de esos conciertos en los que solo los poderosos salen ganando.

Tengo bastantes personas que están en prisión por no poder pagar una pequeña fianza. Ahora que la señora Infanta se va a ahorrar más de dos millones del ala gracias al Fiscal Anticorrupción, le propondremos que haga una Fundación  (la podría llevar el marido, ¿no creeis?)  para con ese dinero favorecer a los presos que siguen en prisión preventiva por no poder pagar las fianzas que les impusieron…

Me apena por lo injusto en sí mismo pero me apena también porque si los españoles siguen pasivos ante este conjunto de indignidades cometidas en-por-para-si-sobre-según la Justicia, entonces quiero bajarme del autobús. Un País donde esto ocurre y la gente no reacciona no es el sitio en donde yo quiero estar, no es la tierra a la que yo pueda amar.

No me he pasado toda la vida defendiendo que se haga Justicia para contemplar este espectáculo denigrante. Denigrante para los que lo hacen, denigrante para los que lo sufren, denigrante para los que lo permiten.

No quiero creerme la broma de que estamos en un Estado de Derecho.

Paco Albert



domingo, 9 de julio de 2017

JUSTICIA PARA RICOS, JUSTICIA PARA POBRES…
¿ Y QUÉ MAS…?

La Audiencia Provincial de Barcelona ha acordado sustituir la pena de 21 meses de cárcel impuesta al internacional argentino del FC Barcelona Lionel Messi, por tres delitos contra la Hacienda Pública, por una multa de 252.000 euros.

En un auto de ejecución de sentencia, la sección octava de la Audiencia Provincial de Barcelona, de acuerdo con el criterio de la Fiscalía, ha decidido sustituir las tres penas de siete meses de cárcel impuestas al astro argentino por una multa, por valor de 400 euros por cada día de condena, lo que suma un total de 252.000 euros.

            (Periódico de Cataluña del 7 de julio). 

            La noticia es patética. Produce vergüenza ajena. Es cómica y trágica a la vez.

            Es legal, sin duda. Lo permite la Ley, pero es inmoral.

            No es un caso único. Hay otros muchos que aparecen en los medios como cosa normal.

            Yo no sé si los Sres/as Magistrados de la Audiencia Provincial de Barcelona, ni el Fiscal proponente de tal sustitución de pena, son conscientes de que este resultado es una burla a la Justicia.

            Empecemos por diferenciar. Digamos que la Administración de Justicia puede no tener nada que ver, paradójicamente, con la Justicia.

            Y por mucho que haya que respetar los Fallos judiciales, éstos son absolutamente susceptibles de ser criticados con arreglo a la razón, a la lógica y a los principios generales del Derecho y a los principios y valores tanto del Derecho Penal como de la Constitución Española.

            Por de pronto, con su facultad omnímoda de aplicar la legislación penal en materia de sustitución de condena se han cargado de un plumazo el sagrado principio de la igualdad de los españoles ante la Ley. ¿Se imagina el lector la condena que le hubiera caído de haber defraudado a la Hacienda Pública 4´1 millones de euros mediante el engaño de haber creado aparentes cesiones a sociedades radicadas en Paraísos Fiscales? Seguro que a nosotros, ciudadanos de a pie, no nos hubieran mimado con 21 meses de prisión.

           Pero los Magistrados no contribuyen con su fallo a dar respuesta a los principios inspiradores del Derecho Penal español.

       La pena tiene en nuestro Derecho un fin principal, el punitivo, el castigo propiamente dicho. Tiene igualmente un fin rehabilitador. Y tiene un fin moralizante.

            El punitivo.- Es un sarcasmo considerar que con esta conversión de la pena privativa de libertad en sanción económica por importe de 252.000 euros al condenado Sr. Messi le supone algún castigo su acción defraudatoria en perjuicio de la Hacienda Pública. Probablemente el condenado, dada su fortuna, pudiera considerar esta multa como una propina por el buen servicio del personal del Hotel.

            Lo que nos deja preocupados es pensar que los Sres Magistrados y el Sr. Fiscal no tengan claro que esta condena económica es como que de coña.

            Y también nos deja preocupados es el que por mucho, por muchísimo menos, hay miles de ciudadanos no ricos en prisión.

            Ahora examinamos el principio rehabilitador.- ¿Alguien nos podría decir de qué le sirve al condenado Sr. Messi la sustitución de su condena privativa de libertad por otra económica de tres al cuarto ? ¿Para rehabilitarle ?  O sea, que en adelante va a ser un chico bueno y va a presentar todas sus ganancias al Fisco español? … Espero que los lectores no participen de los rasgos de ingenuidad que el Sr. Fiscal ha exhibido hasta ahora…
            En cuanto al efecto moralizante es un portento. El resultado de esta medida judicial es justamente el contrario. Es realmente desmoralizador para la ciudadanía observar cómo los ricos y los famosos obtienen penas de risa a desmanes y hechos delictivos realizados desde la oscuridad protegida de ingenierías fiscales de Gabinetes especializados, o desde despachos muchas veces cercanos al Poder, y siempre apartados del riesgo de aparecer con sus nombres pues siempre hay testaferros que cobran lo suyo.
            Y es no menos desmoralizador que, cuando termina descubriéndose el pastel, y gracias a un Fiscal perseguidor que se lo toma en serio termina produciéndose un proceso público que las más de las veces solo sirve para que la prensa venda morbo y espectáculo, la ejecución de las suaves penas no llega ni a tener el fin moralizante al que aspira la Ley penal, pues se termina produciendo estas sustituciones a la carta que impiden el que el famoso personaje no llegue ni a conocer una prisión.

            Con lo que ni moralizante ni nada. El personal de la calle seguirá pensando que ésta es una Justicia de broma, y seguirá admirando a los que pudieron conseguir salir airosos de los grandes fraudes, fiscales o no, gracias a una Justicia benévola para los infractores, personajes públicos y de postín para los que la Ley no termina siendo, ni mucho menos, la que se aplica al resto de los españoles.

            Vergüenza es la palabra.
           





sábado, 8 de julio de 2017

EL RUMBO DE VUESTRO NAVÍO.


Cuidad de los resortes mágicos
que alberga vuestro corazón,
Sentid las divinas armonías que
vuestra alma inquieta genera.
Guiad vuestros pasos por esos
caminos que llevan a la verdad.
Sed vosotros y no otros y otras
que os hayan ofrecido ser.
Todo es lo que vuestros ideales
os sugieren en este mundo sin ideas.
Nada es lo que os dan a cambio de
vuestra obediencia sin límites.
Porque la vida no es otra cosa que
la realidad de vuestra ilusión viva.
No cedáis a los cantos de sirena de
los falsos y absurdos intereses.
Es el amor lo que dará sentido a
vuestra existencia. No ni nada sin él.
Y que el rumbo de vuestro navío
alcance por fin el puerto de la felicidad…

            Francisco Albert. Al filo de la madrugada. 9 de Julio.


martes, 13 de junio de 2017


ÉRASE UNA VEZ…..


Y COMO EN UN CUENTO FELIZ EN UN PAÍS MARAVILLOSO LLAMADO ESPAÑA, HUBO UN GOBIERNO QUE -ENTRE OTRAS NO MENOS FABULOSAS MEDIDAS- SE DIO EN PREMIAR A EVASORES FISCALES Y A LADRONES PÚBLICOS CON EL MISMO CORAJE QUE PERSEGUÍA A EMPLEADOS, FUNCIONARIOS Y JUBILADOS A LA VOZ DE “HACIENDA SOMOS TODOS”.

ASÍ PREMIÓ A 31.000 EVASORES FISCALES CON SUCULENTOS DESCUENTOS POR SACAR A LA LUZ Y DECLARAR MILLONES Y MILLONES DE DUDOSA PROCEDENCIA, AL MENOS EN LO QUE HASTA AHORA SE CONOCE.
Y ese Gobierno maravilloso, ejemplo de honradez, decretó una amnistía fiscal hecha adrede para que amigos, conocidos y gentes de nivel que tenían unos dineros escondidos pudieran quedar del 10 con el Fisco y les resultara bien de precio.

Salió a la palestra un tal Montoro, Ministro de la cosa, y cual Mortadelo animado desafió a propios y extraños vendiendo la medida como si fuera la Pócima de Fiearabrás… Solo pensando en el bien público.

Gentes de variado pelaje que hoy habitan agradables aposentos de Soto del Real, y otros que están preparando las maletas a tal destino, se apresuraron a sacar la pasta que habían trincado de sus madrigueras…

Aquel dinero sucio sucísimo se convirtió por obra y gracia de un Gobierno amable, pinoccio y cómplice en relucientes y legales euros de postín. Podéis reíros de las mejores marcas de lavavajillas.

El personal se quedó boquiabierto, pero como en este País no protesta ni Dios, que bien lo saben estos fariseos gobernantes, se fue olvidando poco a poco hasta diluirse en ese Agujero Negro del olvido al que nos sometemos los españoles con gusto.

Y cuando ya nadie se acordaba, salió a la prensa una noticia que sorprendió: El Tribunal Constitucional había declarado “anticonstitucional” aquel decreto-ley. Y es que hubo unos cuantos aguerridos ciudadanos -de justicia es decir que socialistas- que metieron a tiempo un recurso contra aquel inicuo e injusto Decreto.

Los motivos que aducía el alto Tribunal para tal Sentencia hubieran de haber causado vergüenza y sonrojo a tal ilustre panda de filibusteros que nos gobiernan.

La Sentencia hubiera de haber obligado a ser copiada cien veces por los Ministros que aprobaron la medida, y de castigo diez mañanas de rodillas frente a las paredes de Moncloa con una calabaza en cada mano.

Solo unos cuantos artículos de prensa haciéndose eco de la Sentencia, pero la gente en la playa intentando olvidar lo del día anterior.

Así nos va.

Lo más increíble no para ahí. La sentencia decía que, a pesar de que declaraba a todas luces ilegal el decreto del Gobierno, quedaban protegidas y firmes las declaraciones hechas al amparo del mismo.

O sea, que se acababa de consumar uno de los mayores fraudes hechos al Fisco (los dineros públicos) con la complicidad de quienes hubieron de haber velado por la Hacienda, esa que dicen que es de todos.

Por “seguridad jurídica”, dice el Tribunal Constitucional.

Y todo esto llega a tal grado de cinismo que se impone una reflexión. Una no, varias:

Primero: Aquellos a los que la Agencia Tributaria persigue con saña por cuatro maravedís y se les niega el pago aplazado y se les impone multas y sanciones e intereses de mora por doquier, ¿no merecen seguridad jurídica?

Segundo: Los Ministros componentes de ese Consejo de lo mismo que aprobaron la medida por la “puerta de atrás” hurtando al Congreso sus competencias, ¿no sabían de sobra que era ilegal? ¿Son tan torpes? ¿Para qué tantos abogados del Estado y para qué tantos asesores ?

Tercero:  Aquí solo cabe dos supuestos: O sabían que tal artimaña legal era inconstitucional, o no lo sabían.

Cuarto: En ambos supuestos el mal al erario público está hecho, y muchos miles de millones hurtados al bien común, en un fraude a todas luces planificado.

Quinto: Si los Ministros firmantes de ese Decreto defraudador sabían que el mismo era injusto, contrario a la igualdad y favorecedor de criterios ajenos a los más elementales principios de la equitativa contribución fiscal, deben ser declarados cómplices y ser juzgados como reos de un delito contra la Hacienda Pública.

Sexto: Si no lo sabían, cosa harto extraña con lo listos y preparados que son, cometieron una tremenda irresponsabilidad con un daño y unos perjuicios al bolsillo de todos los españoles por la misma cuantía que esos 31.000 declarantes defraudadores se ahorraron.

        Y ahora preguntamos: ¿Cómo y por qué los gobernantes han de ser eximidos de responsabilidad frente a actos de gobierno claramente contrarios a la Ley cuando éstos han producido tales enormes perjuicios para los gobernados?

Séptimo: La última reflexión es, si cabe, más amarga. ¿Cómo es que nadie ha planteado esto? ¿Cómo es que todos los que debieran hablar callan? ¿Cómo es que hay tanto borrego en este amado País nuestro?

Así las cosas… seguid votando, y balando.

Francisco Albert
14 de junio de 2017


lunes, 29 de mayo de 2017

SI NO HACEMOS USO  DEL DERECHO A HABLAR,
NOS LO QUITARÁN
                                               (Dani Mateo, para POP UP, Catalunya Radio)

                               Estas palabras habría que grabarlas a cincel en la puerta de nuestra vida, una puerta imaginaria que nos permita vivir con dignidad. 
                               Malos tiempos corren para aquellos que aman la libertad. Nunca ha sido el Poder -sea del tipo que sea- proclive  a abrir la mano en esa materia.
                               Ser libre implica pensar, analizar, entender, comparar, descubrir….y conocer… Por eso la cultura ha sido el gran enemigo de cualquier Gobierno (me es igual de la ideología que sea, siempre que no haya apostado decisivamente por esos valores preclaros de la Revolución Francesa: Libertad, igualdad, fraternidad…
                               Cultura es igual a libertad. Libertad es igual a cultura. La una sin la otra no existen.
                               Y a fuerza de homogeneizarnos por abajo nos han convertido en seres anestesiados no pensantes que solo sirven para refrendar si blanco, azul o rojo; perdón, ahora también morado.
                               Eso sí. Este sistema supuestamente democrático que se inventaron es tan perverso que logra hacer creer a los servidores ciudadanos que son protagonistas de la película y que con sus votos deciden su destino. ¡Pobres….! ¡Pobres….!
                               Pero no es nada nuevo. Desde los sistemas teocráticos (los gobernantes siempre han tenido que ver con Dios… de forma directa o convenida) a los democráticos se gobierna por el pueblo para el pueblo pero sin el pueblo (fue Luis XVI quien con todo éxito lo puso en práctica).
                               Y…¿cómo es posible? -preguntará alguien justamente indignado
- ¿cómo es posible que los ciudadanos no se enteren de este vaivén del que resulta que con solo su voto están trasladando a otros que no conocen el derecho de hacer y deshacer sus vidas…?
                               Sería muy difícil explicar este fantástico fenómeno en el que teóricamente son los ciudadanos los que deciden pero en la práctica lo que resulta es que asisten a la escena y basta. Puede ser muy duro el decirlo pero es tristemente así. Está, como quien dice, todo el pescado vendido. Estén unos o estén otros. Hay una ciencia de conducción de masas que explicaría todos y cada uno de los movimientos a los que asistimos cada día sin dar crédito a lo que vemos, y a lo que nos pasa. Y mucho más cuando todos los medios de información y difusión están en manos, también, de unos y otros.
                               La realidad es que de forma sibilina el poder no está en el pueblo, no está en los ciudadanos, sino en los Partidos. Hay algo que yo denominaría “partitocracia”, de donde nace el poder y que tiene unos intereses que, muchas veces, no coincide con los intereses de la gente normal y corriente.
                               En las alturas se cuece todo. Y no me refiero con Dios.
                               Y ¿a qué viene todo esto -me preguntareis- con la libertad de pensamiento y con la libertad de expresión…? Buena pregunta. La contestación sobre la marcha….
                               El día que los ciudadanos estén formados se preocuparán y les interesará todo aquello que gravita sobre sus vidas y las de sus hijos….. y podrán expresar su opinión, y podrán hacer análisis, y comparar y decidir, y sobre todo eso, decidir de forma clara y defender lo que decidieron….
                               Serán imbatibles, entonces, los ciudadanos. Y, sobre todo, no serán manipulables. Nadir podrá impunemente intentar tratarles como rebaño. Nadie podrá contarles películas infumables. Y de eso se trata. De ejercer una y otra y otra y otra vez el derecho a hablar, sin miedo a hacerlo, sin miedo a las consignas del miedo, sabiendo que no puede haber ley alguna que imponga el silencio, o el seguidismo obediente, o la aceptación por pura resignación….
                               Dani Mateos no ha inventado nada. Simplemente ha defendido, y está defendiendo algo sin lo cual estamos y estaremos muertos. Una muerte peor que la muerte misma, habremos dejado de ser seres capaces de defender su dignidad y su libertad. Ni más, ni menos.

                                Francisco Albert. 28 de mayo de 2017.

martes, 23 de mayo de 2017



TAMBIEN ES CORRUPCIÓN…


*Cometen corrupción quienes, desde el poder o desde la función pública, han desviado dinero a empresas y amigos, favoreciéndoles, hayan participado o no del producto de esa desviación o del fruto de los negocios que han propiciado con su actuar arbitrario.

*Cometen corrupción quienes, desde el poder o desde la función pública, han creado obras, servicios o puestos de trabajo innecesarios a fin de favorecer a los amigos, recomendados o a terceros con intereses, aun sin participar en el lucro.

*Cometen corrupción quienes, desde el poder o desde la función pública, han impedido la libre competencia.

*Cometen corrupción quienes, desde el poder o desde la función pública, han dejado desaprovechadas -sin aplicarlas a los fines públicos para las que estaban destinadas- partidas presupuestarias o subvenciones, todo ello por no haberse preocupado en crear los trabajos necesarios para ello.

*Cometen corrupción quienes, desde el poder o desde la función pública, han impedido la investigación científica, la creación de oportunidades laborales para los jóvenes, la promoción de la vivienda para quienes carecen de ella, la promoción de una sanidad pública eficiente, una educación con medios económicos suficientes, unas pensiones dignas y una atención especial a los mayores, al haberse gastado el dinero público en promocionar, subvencionar y costear los excesos y derroches a la banca privada.

*Cometen corrupción quienes, desde el poder o la función pública, favorecen lobbys de empresas internacionales sin atender ni apoyar a las empresas nacionales que no pueden competir en igualdad de condiciones.

*Cometen corrupción quienes, desde el poder o la función pública, han mirado para otro lado y no han denunciado a la Justicia los sobornos que han tenido ocasión de conocer aunque no hayan participado en ellos.

*Cometen corrupción quienes han alcanzado puestos de gobierno gracias a las votaciones cuando, una vez en el poder, han desatendido y violado las promesas hechas en virtud de las cuales fueron elegidos.

*Cometen corrupción quienes, una vez cesaron en los puestos de Gobierno que detentaron, son promovidos por su propio Partido o por el Partido contrario -según gobierne uno u otro- para un puesto de relevancia económica y/o política en Organismos internacionales en representación de España.

*Cometen corrupción quienes tras cesar en el Poder, aceptan ofrecimientos de puestos importantes en Empresas sobre las que tuvieron acción de Gobierno y/o contratación.

*Cometen corrupción quienes, desde un Partido Político o desde un Sindicato, promueven trato beneficioso para Bancos y/o entidades financieras que a su vez han financiado o financian a esas Instituciones.

*Cometen corrupción quienes, desde Partidos Políticos o Sindicatos, aceptaron de entidades financieras el perdón de sus créditos.

*Cometen corrupción los empleados públicos que, aprovechando el privilegiado status administrativo de la función pública, no cumple con su trabajo de forma eficaz y responsable.

*Cometen corrupción los jueces que, aprovechando el especial status que garantiza su puesto de trabajo gracias al principio de independencia judicial, actúan en su función de forma arbitraria, sin sujeción a la Ley y en contra de los principios constitucionales que inspiran su función, cuales son la igualdad de todos los españoles ante la Ley, el principio de presunción de inocencia y la obligación de motivación congruente de las resoluciones judiciales.


 Francisco Albert.  23-05-2017

lunes, 22 de mayo de 2017

CORRUPCIÓN.- UN ANTES Y UN DESPUÉS.

Corromperse y corrupción son palabras que hasta no hace mucho se utilizaban solamente para describir el rápido deterioro de la materia viva y de los alimentos. Ah, se me olvidaba, y también cuando nos aludían -con gesto de misterio- al brazo incorrupto de Santa Teresa. Que a los niños nos daba un poco de asco. Después supe que lo tenía el dictador Franco en una urna en su habitación, no sé si será leyenda pero ese símbolo necro-sacro debía de “ponerle” a la hora de firmar sentencias de muerte.

            Bueno, que me voy por los cerros de Úbeda. Pues resulta que -no se por qué ni por quien- la palabra se impuso para llamar de una forma elegante a lo que en lenguaje llano y sencillo teníamos por “chorizada” o, más concretamente, ladrón de guante blanco.
            Pero no me cabe la menor duda de que todos adoptaron y aceptaron el término con gran complacencia, pues siempre -tanto a los que la hacen como a los que lo relatan- les ha dado grima utilizar palabras de expresión plástica de las de toda la vida, y que de ellas las hay de espléndida riqueza en todas las lenguas del Estado español.

         Dicho y hecho. Corrupción. Y todos -el espabilao españolito lo captó a la primera- lo entendieron sin hacer falta explicarles de qué iba, sobre todo porque la aplicación del vocablo iba unida, una y otra vez, a las hazañas de las primeras apropiaciones indebidas o estafas que pasaron a los titulares de los periódicos.

            Al principio solo se referían a los pocos y aislados casos de Directores de Banco -¿os acordáis de Manolo “el del Popular”? que -para desgracia de sus patronos llegaron a pensar en un reparto social empezando por ellos mismos. En ese entonces la Banca todavía tenía una credibilidad inmensa, y se la respetaba por el populacho con ese tipo de respeto que se tenía al poder, especialmente al que nos permitía poder comprar la casa (esa compra de vivienda que el españolito había incorporado a su vida como el caracol a su concha).

            Pero no pasaba de la página de sucesos.

            Una vez ya en la llamada Transición, pocos de los muchos chanchullos que se produjeron en la UCD pasaron a formar parte de la opinión pública.

            Después la gran página de la Corrupción en este País, sin que todavía adoptara ese nombre, se inició con Banca Catalana, el gran chanchullazo que Pujol y otros prohombres de la burguesía catalana promovieron y que el pacto con Felipe González -para disgusto del Fiscal Villarejo, al que apartaron desde la propia Fiscalía General del Estado- pacto hecho por motivos de acallar aquel incipiente nacionalismo catalán del que con tanta destreza supo usar Pujol para bien suyo, de su familia, de su Partido y del Estado español, desapareció tanto de los juzgados de lo penal como de la escena pública.

            El pueblo llano en ese entonces estaba a lo que estaba, trabajar a tope para pagar las múltiples letras que había firmado para comprar todo aquello que el Sr.González, Don Felipe, había prometido en forma de -me da la risa floja- “Estado del Bienestar”.

            Después se descubrió las inmensas estafas que el aparato del PSOE -léase Felipe González, Alfonso Guerra y sus acólitos respectivos- habían puesto en marcha a través de las Empresas Filesa, Malesa y Time Sport para recaudar. Sí, como simple y eficaz mecanismo de recaudación.

            De la que se beneficiaron ellos y el Partido. Pero sobre todo ellos. Bueno, la verdad es que se enteraron por la prensa.

            Terminaron pagando el pato los pobres-tontos de siempre, los que figuraban como tontos -hasta entonces listos- de paja.  Para aligerar aquel desastre se utilizó la mayoría socialista del Congreso y se aprobó el -sigue dándome la risa otra vez- llamado “Código Penal de la Democracia” (para eso pusieron al ínclito Sr. Belloch, de infausta memoria, después más tarde premiado con la Alcaldía de Zaragoza). Código Penal que, entre otras bellezas, suprimió la Falsedad documental -a la que llamaban ideológica, así como el delito de usura, practicado sin medida y sin decoro por los poderes económicos y financieros a los que sin duda tanto debía la cúpula del Partido. Delito de usura que ni siquiera había suprimido el denostado dictador.

            Pero ya para aquel entonces apuntaban maneras los prohombres que se dieron a sí mismos el nombre de socialistas.  No obstante ello, y a pesar de que se supieron chanchullos diversos con motivo de la Exposición Universal de Sevilla, todavía el nepotismo y la influencia en los medios de difusión eran tan amplios y profundos, que no traspasaba con fluidez lo que sucedía en las cloacas del Estado y el buen españolito se creía tener en sus gobernantes maravillosos ejemplos de honradez.

            Mucho periodismo de investigación queda por hacer respecto a aquel amplio periodo de hegemonía socialista, no solo en el aparato del Estado sino, y fundamentalmente, en los Municipios en los que entraron a saco. Uno de ellos me sé yo cuando los hados me llevaron, pobre de mí, a creer en la tradicional honestidad de Pablo Iglesias (no éste de ahora, por favor) como ejemplo de un partido -creía yo- del Pueblo.
            Desaparecido el poder socialista, para el que hicieron méritos propios, y ya con el Sr. Aznar a caballo sobre este pobre gran País, se fraguó, se fabricó una verdadera, amplia, profunda y bien organizada estructura defraudatoria que abarcó a todo el poder público, estatal, autonómico, provincial, local y de Instituciones interconectadas.

       Un inmenso furor de llevarse los dineros se contagió en quienes, desde el conocimiento y complacencia de quienes ocupaban los más altos cargos del Estado y del Partido, en este caso el Partido Popular, cayeron sobre el entramado institucional público como la langosta sobre la mies.

            Y, a su vez, creó un clientelismo tal que tapó bocas y conciencias hasta un límite insospechado.

            Todos los casos de robo sin cuartel -que no corrupción- conocidos y los por todavía conocer no son sino el pus que mana de tantos y tantos tumores como desde la más absoluta impunidad, llenaron España.

            Otro día os explicaré cómo y de qué especies y maneras se ha corrompido y se corrompe a este País. Más allá del dinero indebidamente apropiado de las arcas públicas.

Paco Albert. 22 de mayo de 2017.
           


martes, 16 de mayo de 2017


DESPRECIO DEL GOBIERNO A LA SOBERANÍA                                  DEL PUEBLO


El Sr. Rajoy, que se presenta a sí mismo  como verdadero sostén de la democracia, ha tratado -una vez más- al Pueblo, representado por el Congreso de los Diputados, como ese felpudo que sirve para limpiarse la suela de los zapatos.


      Ayer la mayoría de la Cámara votó por mayoría  de 207 contra 134 votos la reprobación del Ministro Catalá y pidieron la destitución de la cúpula de la Fiscalía por sus  injerencias en la acción de los fiscales para intentar proteger a los cargos de su partido imputados en casos de corrupción.


       La moción contra Catalá reclamaba además del Gobierno la destitución del fiscal general del Estado, Jose Manuel Maza, y del Fiscal Jefe de Anticorrupción  Manuel Moix.


           Todos ellos han salido airosos, haciendo alarde, además, de chulería con una sonrisa plena de impunidad y picardía.


      Y es que las mociones de reprobación no son jurídicamente vinculantes para el Gobierno.


           Lo cual quiere decir que el Estatuto de las Cortes permite convertir la soberanía popular en ciencia ficción.


        La moraleja que cabe sacar de este enredo es que todos, los reprobantes y los reprobados, sabían de antemano que la sangre no iba a llegar al río, que todo iba a quedar como estaba.


     Se trataba, para los Partidos reprobantes (PSOE, PODEMOS y CIUDADANOS) de sacar pecho, darle unos cachetes al Gobierno y de paso al resto, y -sobre todo- de hacer frente a los ciudadanos un verdadero ejercicio de marketing.


          Han quedado del 10.  Han puesto a parir, con argumentos todos ciertos, al títere Ministro y a los obedientes Fiscal General y Fiscal Anticorrupción (ahí es nada…) y les ha servido para ganar credibilidad popular.


      Los otros, los reprobados…. como que de coña. Yo obedezco a mi Señor -decía el Ministro- Yo me debo al Presidente que me ha nombrado y no me quita su confianza. Y respecto a los otros, a los Fiscales, haciendo un papel bochornoso de predicar la autonomía de la Fiscalía que no se creen ni durmiendo.


        El gran Teatro de una comedia pública y consabida. Unos y otros, todos sabían que no les iba a servir para otra cosa que para salir a escena y dar unos cuantos pases al mostrenco que, una vez más, se va para casa, al corral de La Moncloa alejaditos del tufillo de los menestrales y plebeyos, que a la postre piensan que son -no sin razón- esos a los que el Fiscal General calificaba de “unos y otros”. Cierto, Sr. Maza, cierto. Son “unos y otros”, no son ciudadanos, porque ustedes hace tiempo que les rebajaron de categoría. Y no pasó nada.


        Hoy son solo votantes. Después, hasta las próximas votaciones, meros convidados de piedra que miran, como expectadores de un partido de tenis, cómo va la pelota de un sitio a otro. Y a veces ni eso.


        Ante este estado de cosas, cuando la cacareada Soberanía del Pueblo no sirve más que para hacer una carnavalada sin más consecuencias, Ministro de Justicia y Fiscales dando la espalda al pueblo mostrando un desprecio absoluto… Ante esto... ¿qué cabe hacer?  ¿Alguien se lo ha preguntado?


        Sigan los ciudadanos entregando sumisos sus votos a aquellos y a éstos. No critiquen su inacción, no descalifiquen su’ cobardía, no reprueben la farsa que diariamente llevan a cabo con palabras aparentes, no les exijan el saneamiento de la vida pública para que todos los ladrones devuelvan lo robado, y no les afeen tal grado de sumisión de la Justicia y de los legisladores al Ejecutivo.


        Montesquieu no es que haya muerto. Está disecado.



Paco Albert. 17-5-2017

lunes, 15 de mayo de 2017

   UNA JUSTICIA ENFERMA



“TRES HERMANAS IRÁN A LA CÁRCEL POR ROBAR GUSANITOS, BATIDOS Y CHOCOLATINAS DE UNA MÁQUINA”.

“La defensa asegura que lo sustraído no superaba los 15 euros y pide el indulto de las acusadas, sin antecedentes penales.- La sentencia considera probado que se ayudaron de menores para delinquir y les atribuye los daños en el vending que la dueña no reclamó”. (Fuente: Periódico Levante. 13-5-2017).

      Es un disparate. Un insulto a la inteligencia, a la razón y al sentido común. Lo haga quien lo haga está enfermo sin remedio. Pero lo más grave es que lo hace una Justicia que no es ni siquiera injusta sino enferma, carente de racionalidad y de sentido común.


    Un Juzgado instructor de Valencia instruyó ese caso, un Juzgado Penal de Valencia dictó sentencia condenatoria. Una Audiencia Provincial de Valencia confirmó la Sentencia en apelación. Y un Juzgado de ejecuciones de Valencia está ejecutando esa condena, al parecer de ingreso en prisión. Y así debe ser porque la noticia no ha sido desmentida por nadie.


      Varios fiscales han pasado por este asunto, dos al menos, uno en Instrucción y otro en penal. Es de pensar que acusando hasta el final, por que de otra manera no se entiende el final de esta historia.


     Hacemos un recuento de horas de funcionarios que a lo largo del tiempo se han dedicado a juzgar a estas tres pobres personas, de los medios materiales y del papel, de las horas de juicio y de informes de los sesudos/as jueces y fiscales/as y causa pavor. El valor de los gusanitos y las chocolatinas sustraídas se multiplica por diez mil a cargo de los fondos públicos.


    Mientras tanto los ascensores de la llamada pomposamente “Ciudad de la Justicia” no funcionan dos de cada tres, los legajos inundan las salas de los Juzgados porque no hay donde dejarlos, la informática con la que se pelean los funcionarios es del cuaternario inferior y las plazas de personal no se cubren por carencia de medios.


     Pero el caso de estas tres hermanas cuyo delito ha sido sustraer gusanitos ni es anecdótico ni único. Hace una semana hube de defender ante una Sala de la Audiencia a un muchacho tan ingenuo y tonto que cambió en su Banco unos pocos dólares que le dio como buenos su novia, menor de edad.


   Tras un largo proceso de seis años, como si de aquellos procesos de la Inquisición se tratara, la fiscal pedía una condena de siete años. La vista de los tres acusados, entre ellos una señora mayor de más de 70 años que nunca había salido de su pueblo y que no sabía ni que existía una moneda llamada dólares, movía a compasión. Causaba una profunda pena pero, si es que fuera posible abstraer la escena, era una comedia. Realmente era una farsa en donde la palabra justicia quedaba atropellada y paralítica.


     Hubieron de aceptar los tres una condena de dos años y siete meses porque caso de no conformidad les podía haber ido peor. Curiosamente la que les había entregado los billetes falsos pidiéndoles por favor que se los cambiaran, la verdadera culpable del sainete, ni siquiera fue acusada.


     Casos de esta naturaleza, y aún peores, se producen todos los días y nos revelan algo más que la anécdota, nos producen algo más que el llorar o el reir, algo que significa vergüenza ajena, es algo más, mucho más terrible.


      Y es el comprobar que nadie de los muchos que asistimos a estas barbaridades en el seno de algo sagrado para un País como es la JUSTICIA, abogados, jueces, fiscales… nadie se rebela contra esta absoluta insensatez, contra esta maquinaria pesada, lenta, absurda, opaca, irracional y sin sentido que gira y gira ajena al sentido común, sin la menor lógica sin descender a la realidad, sin mirar e investigar los hechos y someterlos al contraste de la racionalidad.


      No puede ser que esta llamada JUSTICIA siga así. No puede ser que el único con lógica y sentido común que hay aquí sea yo. No me lo puedo creer. O soy yo el que está loco o aquí hay que arreglar muchas cosas, de las importantes, de las que hace que un ciudadano se tome en serio a la Sociedad y a sus Instituciones o que, por el contrario, le valga la pena ponerse a robar, pero no gusanitos ni chocolatinas …   porque yo les aseguro que con esta justicia les va a ir mejor, mucho mejor…


    Y no hace falta poner muchos ejemplos, salen cada día nuevos casos en la prensa, tantos y tales que ya han producido un cansancio al personal…. Y sin embargo para ellos una exquisita justicia, abundantes abogados bien pagados, presunciones de inocencia que harían reir a un niño, y millones de euros que nunca retornarán a las arcas públicas.


    Sin embargo, todos callados.  De vez en cuando a alguien se le escapa algo razonable que suena a protesta. La Jueza Alaya, a la que apartaron del caso de los ERE de Andalucía (¡Ay, Susanita, Susanita….!) se despachó con unas declaraciones de algo que todos sabemos pero que todos sufrimos. Dijo la buena mujer que “todos no somos iguales ante la Ley”. ¡Pues vaya descubrimiento! Y además a destiempo. No se mojó la buena juez cuando tuvo que haberlo dicho.


    Pero cuesta trabajo creer, de verdad, cuesta trabajo, que nuestros múltiples gobernantes de esos que dicen defender a la sociedad, que dicen ser servidores de los ciudadanos… de los Partidos de antes y de los de ahora… esos… ¿no leen siquiera la prensa? Al menos Felipe González, gran estadista según dicen, se enteró por la prensa de lo de la mafia de los GAL, y de FILESA, MALESA y TIME SPORT.


      Estos ni siquiera eso. Evidentemente no pisan la calle. No conocen la realidad. O si la conocen miran para otro lado, que es peor. ¿Cómo nadie que tenga poder y algo de vergüenza no es capaz de plantearse un cambio total y estructural de este sistema de JUSTICIA  que no sirve absolutamente para nada, que no ataca realmente los problemas de justicia de este País, que condesciende a que se haga una política represiva de los desgraciados que no tienen donde caerse muertos, que insultan con su irracionalidad al sentido común, que…


       Un cambio estructural, tanto del proceso como de las leyes materiales, que no defienden los valores que requiere defender en una sociedad del siglo XXI.


    Pero, curiosamente, a ningún político -y menos a estos que dicen servir al pueblo- he oído plantearse que hay que cambiar radicalmente esta justicia. ¿Por qué será?


       Habrá que inventar, de nuevo, para todos ellos la CÁRCEL DE PAPEL. Paco Albert. 16-5-2017



martes, 9 de mayo de 2017

LOS DEGENERADOS

        Esta mañana leía la noticia de un padre que ha matado a su hijo de once años de un fuerte golpe en la cabeza. Una mezcla de rabia, de pena y de ira me inundó el alma. Pena por el niño, ¡qué vida tan corta! Ira y rabia porque pueda llegar a existir un degenerado tan vil que pueda acabar con un ser inocente, más aún de su propia sangre, más aún bajo su protección.

            No cabe en la mente la existencia de tanta maldad. No es posible imaginar que el ser humano llegue a niveles tan altos de degradación como el que una y otra vez, todos los días, nos hacen llegar las noticias de todo tipo.

            Siempre es del fuerte sobre el débil.

También recientemente una mujer, llena de alcohol y de droga, segó la vida de varios ciclistas y con ellos la de sus seres queridos, que no encontrarán nunca una respuesta válida a la conducta de esa degenerada que les sacó de la vida, así, de un manotazo, en un solo segundo.

Y…¿qué….? ¿De qué sirve que vayan a la cárcel? ¿Cómo volver a la vida al pobrecito niño inocente? ¿cómo rescatar de la muerte a esos muchachos que pedaleaban junto al sol de la mañana ignorantes de que una irresponsable les iba a quitar la vida con la misma facilidad que si hubieran sido muñecos de cartón?

¿Qué es lo que está pasando? ¿Cómo y por qué tanta violencia, tanta irresponsabilidad, tanto dolor, tanto odio….? ¿Qué le está ocurriendo a esta sociedad…? ¿Tan enferma está que puede ocurrir ésto y todo sigue igual…?

Todos los días llegamos a conocer mujeres y niños maltratados, muertos, violados, vidas convertidas en calvarios a manos de gentuza que no tienen derecho a existir y que sin embargo viven en el seno de una sociedad que camina deprisa deprisa sin mirar otra cosa, quizás, que comprar y consumir, y para ello ganar, ganar dinero de la mejor manera posible, y si no… de la forma que sea…. Dinero, dinero, dinero, droga, ambición, poder, sexo, más sexo, ser fuerte, ser duro, ser más que otros, tener más, pobres pobres…. 

Cuantos pobres y cuantos y cuantos….pobres de espíritu y de moral, de cualquier tipo de moral y de alma, eso, pobres sin alma, cuantos viven entre nosotros carentes de todo y que huyen de sí mismos destruyendo lo que tocan, amargando a los demás, creyéndose así que sus vidas adquieren algún sentido….

Gente enferma y sin ley, degenerados para siempre, sin regeneración alguna porque dejaron en algún momentos de ser humanos para convertirse en una mueca, en pura representación, en algo que una sociedad sin valores admite y admira y enseña y vende… y compra…

Sí. Buena parte de toda esta violencia que se gesta dentro de esta sociedad forma parte de un culto al más fuerte, al más potente, al más provocador, al que más chilla, al que más puede….Violencia que se da entre los adultos y aprenden los niños, violencia que está en las calles y en las plazas, violencia y droga y alcohol que viven y perviven en una sociedad que acostumbra a tener una doble moral, una que es la que dice y razona en el mundo aparente, otra que es la que hace y desarrolla perversión y animalidad sin límites…

Y no es preciso oir las noticias, basta con salir a la calle. ¿Hasta tal punto este llamado paraíso es una jungla en la que solo triunfa el fuerte sobre el débil…?

Si es así... si es así y no hay remedio….que se pare ésto, que me bajo…

Paco Albert. 11-5-2017.