EL RUMBO DE
VUESTRO NAVÍO.
Cuidad de
los resortes mágicos
que alberga
vuestro corazón,
Sentid las
divinas armonías que
vuestra alma
inquieta genera.
Guiad
vuestros pasos por esos
caminos que
llevan a la verdad.
Sed vosotros
y no otros y otras
que os hayan
ofrecido ser.
Todo es lo
que vuestros ideales
os sugieren
en este mundo sin ideas.
Nada es lo
que os dan a cambio de
vuestra
obediencia sin límites.
Porque la
vida no es otra cosa que
la realidad
de vuestra ilusión viva.
No cedáis a
los cantos de sirena de
los falsos y
absurdos intereses.
Es el amor
lo que dará sentido a
vuestra existencia.
No ni nada sin él.
Y que el
rumbo de vuestro navío
alcance por
fin el puerto de la felicidad…
Francisco Albert. Al
filo de la madrugada. 9 de Julio.
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