martes, 9 de mayo de 2017

LOS DEGENERADOS

        Esta mañana leía la noticia de un padre que ha matado a su hijo de once años de un fuerte golpe en la cabeza. Una mezcla de rabia, de pena y de ira me inundó el alma. Pena por el niño, ¡qué vida tan corta! Ira y rabia porque pueda llegar a existir un degenerado tan vil que pueda acabar con un ser inocente, más aún de su propia sangre, más aún bajo su protección.

            No cabe en la mente la existencia de tanta maldad. No es posible imaginar que el ser humano llegue a niveles tan altos de degradación como el que una y otra vez, todos los días, nos hacen llegar las noticias de todo tipo.

            Siempre es del fuerte sobre el débil.

También recientemente una mujer, llena de alcohol y de droga, segó la vida de varios ciclistas y con ellos la de sus seres queridos, que no encontrarán nunca una respuesta válida a la conducta de esa degenerada que les sacó de la vida, así, de un manotazo, en un solo segundo.

Y…¿qué….? ¿De qué sirve que vayan a la cárcel? ¿Cómo volver a la vida al pobrecito niño inocente? ¿cómo rescatar de la muerte a esos muchachos que pedaleaban junto al sol de la mañana ignorantes de que una irresponsable les iba a quitar la vida con la misma facilidad que si hubieran sido muñecos de cartón?

¿Qué es lo que está pasando? ¿Cómo y por qué tanta violencia, tanta irresponsabilidad, tanto dolor, tanto odio….? ¿Qué le está ocurriendo a esta sociedad…? ¿Tan enferma está que puede ocurrir ésto y todo sigue igual…?

Todos los días llegamos a conocer mujeres y niños maltratados, muertos, violados, vidas convertidas en calvarios a manos de gentuza que no tienen derecho a existir y que sin embargo viven en el seno de una sociedad que camina deprisa deprisa sin mirar otra cosa, quizás, que comprar y consumir, y para ello ganar, ganar dinero de la mejor manera posible, y si no… de la forma que sea…. Dinero, dinero, dinero, droga, ambición, poder, sexo, más sexo, ser fuerte, ser duro, ser más que otros, tener más, pobres pobres…. 

Cuantos pobres y cuantos y cuantos….pobres de espíritu y de moral, de cualquier tipo de moral y de alma, eso, pobres sin alma, cuantos viven entre nosotros carentes de todo y que huyen de sí mismos destruyendo lo que tocan, amargando a los demás, creyéndose así que sus vidas adquieren algún sentido….

Gente enferma y sin ley, degenerados para siempre, sin regeneración alguna porque dejaron en algún momentos de ser humanos para convertirse en una mueca, en pura representación, en algo que una sociedad sin valores admite y admira y enseña y vende… y compra…

Sí. Buena parte de toda esta violencia que se gesta dentro de esta sociedad forma parte de un culto al más fuerte, al más potente, al más provocador, al que más chilla, al que más puede….Violencia que se da entre los adultos y aprenden los niños, violencia que está en las calles y en las plazas, violencia y droga y alcohol que viven y perviven en una sociedad que acostumbra a tener una doble moral, una que es la que dice y razona en el mundo aparente, otra que es la que hace y desarrolla perversión y animalidad sin límites…

Y no es preciso oir las noticias, basta con salir a la calle. ¿Hasta tal punto este llamado paraíso es una jungla en la que solo triunfa el fuerte sobre el débil…?

Si es así... si es así y no hay remedio….que se pare ésto, que me bajo…

Paco Albert. 11-5-2017.





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