martes, 28 de marzo de 2017

NO SERÁ SIN TI


No será sin ti, desconocida o desconocido que todavía puedas llegar a mi vida, que todavía pueda llegar a ti y a llenarme de tus palabras, a compartir tus risas o tus penas, a ser parte de los sueños que desgranas, a comer en la misma mesa....

No será sin ti que la vida tenga sentido, porque eres parte también de mis sueños y de mis esperanzas, amigo, amiga, gentes maravillosas que todavía desconozco y que sin duda arrivareis a las arenas de mi playa, siempre abierta a todos los navíos que quieran hundir su quilla en ellas, pero también abierta a las humildes gaviotas que se ganan la vida en ese afán de vuelos continuos sobre las aguas del porvenir....

No será que la vida tenga vida sin tu compañía y sin tus risas, sin tus problemas y sin que más de una vez ansíe dejarte para volver a correr a mi silencio deseado, al rincón añorado en el que volver a ser mi yo sin palabras y sin gaviotas.... pero deseando volver al escenario donde la vida plena se desenvuelve, escenario por el que discurren los personajes que nos ligan a la vida....

Que sería sin ti, sin tus palabras, sin tus afanes, sin tus cuentos y tus historias... la vida?

¡Cuantas veces he pensado en marchar a un lejano páramo y quedar al abrigo de las asechanzas y los peligros que solo surgen donde hay hombres y mujeres cuando se convierten en algo que han dado en llamar sociedad, y que a veces no comprendo....!

Pero pienso también que no podría sentir el afán de justicia y de amor y de solidaridad si no estuvieras tu, a quien no conozco, y tu y tu y tu a quienes seguramente deseo lo mejor en el cada día en que muevo mis pies y mis afanes por sobre la tierra a la que llegué para vivir esta aventura absolutamente maravillosa que es la vida.

Seguramente os llevaré siempre en mi corazón hasta el fin de mis últimos momentos, y aun después... porque no sería posible el amor sin todos vosotros y vuestros hijos y los hijos de vuestros hijos, presente y futuro del latir de tantos corazones llenos de sentimientos humanos.

No será sin ti y sin vosotros que alguna vez la paz llegue a ser una realidad, más allá de las palabras floridas, de los adjetivos vacíos, de los bolsillos llenos por la avaricia de los que no sois gente sino solo canalla.

Paco Albert

domingo, 19 de marzo de 2017

LA JUSTICIA SIN JUSTICIA

El afán de JUSTICIA con mayúsculas se aprecia cada vez de manera más intensa al hilo de los escándalos que sacuden al ciudadano día tras día.

De pronto la gente ha llegado a darse cuenta de que la justicia no es igual para todos. Nunca lo fue pero ahora el personal empieza a caerse del burro.

Nuestra Constitución se asienta en uno de los pilares más endebles que imaginar podemos: la igualdad de los ciudadanos ante la Ley. Es ésta una de esas verdades conocidas por todos pero a la que nadie ha querido aludir, temerosos todos de esa Justicia como si todavía la antigua Inquisición nos persiguiera. Miedo -y no respeto- es lo que suscita.

Todos la han temido, especialmente nuestros políticos, los de siempre y los de ahora, que nunca han osado hacer la menor crítica sobre esa piel que cubre las vergüenzas de un sistema legal hecho para pobres y menesterosos. Los ricos y los poderosos son otra cosa.

Pero no es solo la verdadera desigualdad del trato que la Justicia hace de unos y otros, con unas leyes solo posibles de entender y de sortear por parte de quienes tienen medios económicos, pues solo ellos poseen medios para pagar asesoramientos y defensas. Las leyes penales, los delitos y las penas, son inexplicablemente benignas para quienes roban a mansalva desde el poder, sea el poder que sea. Le han llamado “corrupción” pero podrían haberle llamado “conclusión”, porque ésta no es otra que de los chorizos de altura solo escasos representantes pasan por la prisión. Eso sí, se quedan lo que robaron. La impunidad más absoluta hiere las retinas de los ciudadanos cuyo bolsillos son esquilmados por la Hacienda Pública, y que son mirados más como supuestos delincuentes que como sufridos paganos a diestro y siniestro.

La gente no entiende este tipo de Justicia. Yo diría que nunca la entendió, pero siempre tuvo ese respeto temeroso que justificaba aquella “maldición del gitano”: pleitos tengas aunque los ganes..
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Esta es una justicia que no es justicia. Es una justicia que, tras haber pasado por ella, queda toda la sensación de que nada ha cambiado desde la época de Cervantes.

Procesos largos e interminables, legajos y tomos que van acumulándose grapados sin que el lenguaje en que están escritos los entienda nadie, leyes modificadas de otras modificadas de otras que se modificaron y así sucesivamente desde 1887, retrasos tales que cuando llegan las sentencias ya no sirven para nada, errores múltiples de los que nadie se hace responsable...

Y estamos en el 2017... Nada ha cambiado, especialmente la mentalidad, desde que el pobre Larra describiera una Administración triste y sombría. Es casi que lo mismo, solo que con ordenadores... una Administración ajena a la gente a la que sirve.

Y es que la Administración de Justicia en España no es diferente a las otras.... salvo que se llama Cenicienta. Plantillas esquilmadas por las sucesivas jubilaciones o bajas de otro tipo y suplidas con personal interino que cuando está formado se va a la calle, Jueces y Secretarios que no dan a basto a un trabajo inmenso que les cae día tras día sin que se les pueda exigir calidad en su trabajo, porque es materialmente imposible, carencia de medios y un sinnúmero de grietas por donde esta llamada Justicia hace agua...

El ciudadano medio carece de la información necesaria para ejercer una debida crítica, aquella que remediara los enormes problemas que los ciudadanos sufren a causa de ella. Pero urge que se conciencie de que sin una Justicia justa, equilibrada, proporcional y neutra el Estado de Derecho no existe. Y sin Estado de Derecho la llamada Democracia es una verdadera broma. De mal gusto.

Es imprescindible que el ciudadano de base presione a los Partidos Políticos para llevar a cabo una transformación estructural de la Justicia. Esa modificación de su estructura, tanto en las leyes materiales como en las de procedimiento, es una verdadera necesidad.

Mientras no se lleve a cabo, todo seguirá igual. Y no tendréis razón de quejaros.

A partir de hoy iremos dando claves para el cambio.


Paco Albert

martes, 7 de marzo de 2017

CARTA A UNA MUJER


CARTA A UNA MUJER

La esperanza y la paz.


(escrita en los días en que tuvo lugar la Cumbre de las Azores,  en la que Aznar hizo participar a España en los preparativos de la invasión de Irak). Sirva de homenaje a la mujer en el 8 de marzo de 2017



Las brumas de una tarde valenciana que se entrega al recogimiento inundan un cielo entre gris y negro; es una tarde que expira en brazos de la noche, próxima, que la envuelve; unas notas de Mozart ponen el contrapunto a la soledad que produce el tránsito a la noche; la silente frialdad de lo oscuro ha sido siempre, curiosamente, la mayor aliada de la búsqueda del abrazo, del retorno a lo cálido, a lo muelle, del encuentro con el zumbido de la leña al chisporrotear entre los arcanos del fuego.

Acabo de echar una mirada rápida a las diferentes opiniones que en la prensa se ofrece sobre la guerra, mas próxima que la noche y tan negra como ella. La impiedad y la torpeza se alían en torno a la quimera del triunfo. La soberbia y el honor, crueles aliados, gestan una corona de espinos con la moral como bandera. Y la Humanidad se muere toda de pena, gritando por los que van a morir por nada ni por nadie. La estupidez se refleja en la bandera que el poderoso exhibe huérfano de otra justificación que su propia infamia, coreado por bufones de innobles próceres ansiosos por el resto del festín, por la sombra de una migaja.

Todo es deleznable en este afanarse de correveidiles que amortajan la esperanza. Se olvidaron de la sonrisa de un niño y se acuestan sobre sábanas tan frías como las fosas de todos los cementerios del mundo. La noche camina en pos de no se qué. Es posible que mañana sea un paso más en la ilusión de que el mundo siga girando, aun ajeno a tanta cabriola y a tanto demente ebrio de poder.

Tu cabeza de mujer intenta buscar explicaciones y no encuentra; tu cuerpo, sabio en hacer fructificar la vida, rechaza la sinrazón de la muerte. Sigues alumbrando esperanza aunque no encuentres respuestas a tantas cosas... Mozart sigue vivo, y la primavera cercana pondrá su nota más eminente en los brotes de las pequeñas hojas, en la flor del azahar de nieve, en el almendro de nata. La sangre del amor no sea hollada por el malquerer de los guardianes del odio. Que la noche sea oscura y fría y eterna para ellos.


Paco Albert

domingo, 5 de marzo de 2017

BLANCO O NEGRO

Leo de pasada una frase de Felipe González que siempre me ha dejado petrificado. "Blanco o negro, lo importante es que el gato cace ratones".

Ha transcurrido mucho tiempo desde entonces. Hay veces que el subconsciente sale a la boca y convierte en sincero al personaje. Aquella frase revelaba lo que sucedió en aquella forma pragmática de solucionar las cosas, carente de ética hasta la saciedad. Lo importante era "cazar ratones". Así nos ha ido a los españoles. A Felipe González le fue mejor, bastante mejor. Pero no sólamente a este señor y a otros muchos de su pelaje, de un signo u otro, de un Partido u otro, ¿qué más da, a la postre....?

Blanco o negro...  Cazar ratones..... Me asombra y me deja perplejo la desvergüenza de estos personajes que, impúdicamente, expresaban con total y absoluto desprecio hacia la gente una forma de pensar y hacer que llevó a este País hacia los más humildes trechos del progreso y de la cultura, reduciendo a escombros toda la trayectoria industrial que todavía España conservaba y haciendo de ella un lugar apto para prestar servicios de sol y playa al resto de Europa.

Igualaron, sí, pero por abajo. Una forma interesante de hacer más iguales a los demás. Y este grande y maravilloso Pueblo siguió votándoles tras escuchar enfervorizados los ardientes discursos y acaloradas proclamas previas a las elecciones. 

Después vinieron "los otros". Tal para cual. Zipi y Zape. Y terminaron de igualar las cosas y la gente. Desapareció, terminó desapareciendo una inmensa porción de la clase media española, y ahora todos somos más pobres. Menos unos cuantos, que cada vez son más ricos.

Cazaron ratones, sí, sin importarles nada, si blanco o si negro....

Yo quiero recordar aquí a tanta gente desesperanzada y triste y sin futuro como ha quedado como consecuencia de esta política pragmática y depredadora. Yo quiero recordar aquí a esa multitud de jóvenes españoles que tras innumerables esfuerzos y sacrificios (de ellos y sus familias) lograron alcanzar una preparación universitaria y se encontraron con solo la posibilidad de -gracias al Sr. González y sus posteriores ocupantes del Poder- "gozar" de empleos de varios días de duración, o quizás de un mes, con suerte, si es que querían lograr subsistir, y no tuvieron otro remedio que salir al extranjero para buscarse la vida, como ya hicieron sus padres con anterioridad.

Estos españoles no cazaron ratones. Sólamente cazaron ratones, -¡y qué ratones!- los que amparados bajo el color rojo o azul -¡qué más da!  ¿verdad? ¿Sr. González?- siguieron contando trolas y mentiras, y sumiendo esta España nuestra en un vertedero de sus políticas y administraciones de cuatreros y desgobierno que hicieron de la injusticia un verdadero Edén. 

Gordas fueron y son sus fortunas, y no solo por efecto de las nóminas espléndidas de las eléctricas, de los consejos de administración y otros chollos. La moral y la vergüenza quedaron trastocadas al extremo de no existir.

Blanco o negro. No, Sr. González. ni blanco ni negro. 

Dejaron Vds. España que "no la iba a reconocer ni la madre que la parió", como bien dijo entonces su socio en el Poder, el Sr. Guerra.   Bien hicieron Vds. la faena. Les salió redonda y salieron por la puerta grande, a hombros de sus seguidores. Este pueblo ha tenido siempre el sino (recordad a Fernando VII y posteriores) de ser esclavos voluntarios de sus reyes y tiranos. 

¿Hasta cuando?  Me gustaría saber la respuesta.