Febrero de 2011.- El Partido Socialista ¿Obrero? Español gobernaba bajo el mando del Sr.Zapatero. Desmoralizado escribí:
ES TIEMPO DE POETAS
Solo un poeta podrá llamar a las cosas por su nombre
en este lodazal en donde los hombres tienen su palabra.
Nunca serán honrados quienes con disimulo esquivo
se refugian tras la ilusión de los que siempre esperaron.
Llamaron al pueblo con voces de entusiasmo y alegría,
e hicieron de la catarsis un espléndido programa light,
y arrojaron los versos de los poetas y sones de guitarra
al aire sin fin al que las palomas de la paz volaron raudas.
Nada fue verdad sino las cajas hueras donde los votos
convirtieron en solemnes oficiantes a personajes cuya voz
no salía de corazones de pobres y de humildes, olvidados.
Triunfó la moqueta y la soberbia, triunfaron los blasones,
esta vez no de flechas ni de yugos sino del pueblo llano,
del que siempre perdió y seguirá perdiendo -es su sino-,
y cantaron los himnos rotos y agitaron las banderas rojas
que nunca tuvieron más fortuna que servir al éxito de otros.
¡Ay, España, cuánto no has de padecer, cuánto te queda de ser
el desperdicio de quienes engordan con tu pobre cuerpo!
¿Cuando vendrá a redimirte la justicia de tanto ganapán,
de tanto lascivo demócrata ful, de tanto travestido de ocasión?
Recorren los senderos poetas humillados, mancillada su palabra,
emigran otra vez los hijos de quienes lucharon para poder volver.
Se ha roto la palabra, el honor de quienes creyeron está roto,
y aún los bufones se ríen y desprecian, viles, el común sentido
y agitan sus votos en las narices de quienes solo son esclavos.
Lágrimas no hay, que se quedaron adheridas al papel del BOE
y prenden de los trajes de tanto político nefasto y corleone.
La mafia está santificada por esta prole de aprovechantes necios
y los poetas han sido abandonados por el pueblo somnoliento.
Los sueños ya no son ni serán más que viñetas de humor negro
y nuestro corazón no pide ni justicia, pues está malversada y aterida.
Quede la paz en el sepulcro de quienes murieron por un cambio,
quede el baldón para los figurantes de este teatro ignominioso.
Salgan los niños alguna vez a proclamar su derecho a la existencia,
una existencia no teñida de palabrería fácil y de robos sin castigo.
Salgan las madres que parieron vida, salgan los que crean, salgan
todos los que todavía contemplen una realidad no domesticada.
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